Puerto Asís: Desarrollo Cultural

Solo hasta el año 1998 y luego de la crisis económica originada por los Paros Cocalereros, se generó una nueva conciencia en la forma de ganarse el dinero y el sustento diario, fue así como empezó la preocupación de la sociedad asisense por llevar a sus hijos a las escuelas y colegios y en una mínima proporción acceder a la educación profesional universitaria.

Las instituciones se empezaron a preocupar por establecer convenios con universidades para promover carreras superiores y se fortalecieron los programas técnicos y tecnológicos. Hicieron presencia por esta época las universidades Autónoma de Nariño, Universidad Mariana, Universidad de la Amazonía, la CUN, Fundación Universitaria para el Área Andina, etc. La proporción de acceso a la educación solo en los últimos 3 años ha alcanzado porcentajes al 85 y 90%. La población vulnerable y dispersa, en calidad de desplazamiento son quizá los que más dificultades han tenido para acceder a la educación. La proporción de ciudadanos que logran llegar a la universidad es de 3 por cada 100.

Hasta finales de 2008 un número significativo habían logrado llegar a la universidad en las ciudades capitales, pero luego de la caida estrepitosa de las “pirámides” y las firmas captadoras esa misma proporción no volvieron a estudiar.

Se consideran como eventos importantes para resaltar las costumbres y parte de la ideocincracia de una “Ciudad  Cosmopolita” fechas como los cumpleaños del municipio (3 de mayo) que ha permitido en los últimos años desarrollar una serie de actividades enmarcadas en resaltar las danzas, teatro, fotografía inclusive el cine, artesanías, representaciones artísticas y musicales, festival gastronómico, con lo que se ha pretendido fortalecer la búsqueda de una identidad cultural propia que no se ha tenido por ser precisamente una ciudad que alberga a una población plurietnica, arraigada en un gran porcentaje como campesinos venidos de Nariño desde los años 30 y que siempre han pertenecido a  la clase trabajadora de estratos bajos. Otra proporción la complementan comerciantes del interior del país como Antioquia, Bogotá y Cali que llegaron impulsados inicialmente en los años 80 por la bonanza de la coca y del petróleo.